Treinta y Tres, Quebrada de los Cuervos - Abril 2012
El viaje fue largo, llegamos con la última hora de sol, el guardaparque nos advirtió: "no les dará el tiempo para dar la vuelta completa".... pero somos corredores.
Apuramos el paso, bajamos entre piedras, miramos el paisaje, sacamos fotos donde se estila y tomamos del agua fresca que baja de las sierras.
Debíamos volver a trepar y bajar un par de veces más.
Las piedras hacen difícil el ascenso y la vegetación nos cubre, entre las ramas se abre una ventana que nos regala una hermosa y tranquila vista, mis compañeros siguen trepando, yo me detengo, miro, observo, escucho los sonidos del agua y respiro el aire fresco del lugar.... tomo la foto y sigo.
Apuramos el paso, bajamos entre piedras, miramos el paisaje, sacamos fotos donde se estila y tomamos del agua fresca que baja de las sierras.
Debíamos volver a trepar y bajar un par de veces más.
Las piedras hacen difícil el ascenso y la vegetación nos cubre, entre las ramas se abre una ventana que nos regala una hermosa y tranquila vista, mis compañeros siguen trepando, yo me detengo, miro, observo, escucho los sonidos del agua y respiro el aire fresco del lugar.... tomo la foto y sigo.
Con el último rayo de luz regresamos a la ciudad, con sus rutinas y obligaciones... a la espera de otra fracción de segundo para detenerse, observar donde estamos, tomar la foto y continuar.