Luego de varios días de descanso, lo que incluyó estar un poco desconectado de Internet, estoy retomando un poco mi contacto con las novedades del running.
Sin dejar de entrenar y con pena por no haber participado de la Salomon Race en Punta Ballena, estaba esperando ansioso el desafío de la Doble San Antonio.
Esta semana luego de bajar de a poco mis niveles de alcohol en sangre, los cuáles se vieron elevados debido a mi licencia y a las visitas a varios ensayos murgueros, los cuales recomiendo como salida entretenida para los que debemos pasar Enero en Montevideo, con la única contra para los deportistas, que se afecta el descanso debido a las trasnochadas y que los precios de la cerveza y otras bebidas espirituosas están al alcance del bolsillo de todos.
Aparte de los mail envíados por Tachu Oruga sobre el campeonato de Media Maratón y la respuesta, con resongo y consejos incluídos, del secretario de la AAU esta semana no había pasado nada muy interesante y solo nos desparaba esperar la tarde del sábado para partir rumbo a Piriapolis.
"César, parece que hay un incendio importante en el este", " no importa, no va a pasar nada"
Con estas dos frases comenzó mi viaje al este; ya al llegar a la entrada de Piriapolis se veían entre los cerros ya quemados por los incendios anteriores, las columnas de humo, en algunos casos las llamaradas y los helicopteros transportando agua.
En ese primer momento pense que el humo podría llegar a afectar el desarrollo de la carrera, y ya cuando pasaba con el auto junto a lo que iba a ser el lugar de largada escucho el anuncio de la suspensión de la carrera.
Una verdadera pena, sobre todo para los que viajamos desde Montevideo, o aún más lejos, pero las circunstancias creo que fueron comprendidas por todos.
Luego de detenerme, conversar con algunos conocidos, hacer algunas llamadas por célular para avisar a algunos desprevenidos, opte por hacer en auto lo que venía a hacer corriendo, subir el cerro.
Ya cuando iba por la rambla se veían los primeros tercos corredores que no quisieron desaprovechar el viaje y comenzaban la subida corriendo como debe ser. A medida que pasaban los minutos cada vez fueron más y más los que optaron por correr su propia San Antonio, sin hidratación y con tránsito incluído.
Una vez en la cima del cerro y luego de la vueltita obligada en las aerosillas, fué el momento para degustar una torta frita de $15( el doble de lo que sale en cualquier feria de Montevideo, pero que le vamos a hacer) y aprovechar para sacar algunas fotos de los empecinados corredores que llegaban hasta el lugar.
Se destacaron un grupo numeroso de corredores de Treinta y Tres, los corredores de Olimpia, Halcones, Chasquis y muchos otros.
Corredores de Treinta y Tres confraternizando en la cima del San Antonio con un colega Montevideano.
Si bien en un primer momento, luego de conocer de la postergación de la carrera, la primer reacción fué pensar que la semana próxima no volvería a ir; al estar allí arriba y ver tanta gente corriendo me hizo cambiar de opinión, por lo que la semana próxima estaré escribiendo la parte 2 de este reporte.
Para finalizar espero que los Corredores del Prado hayan podido degustar el asado que tenían previsto compartir en una chacra ubicada en el centro de la zona del incendio. Buen provecho.
Algunas fotos aquí (© Tubino)
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