Hace un año debutaba en los 10k , lo hacía en Colón , en un circuito bastante difícil, luego de demostrarme a mi mismo que podía completar esa distancia y terminar entero, fue que no paré más de correr, llegaron las corridas de verano, y después el campeonato de la AAU.
A punto de cumplir un año de actividad, venía postergando mi debut en los 21 K, tal vez le tenía un poco de temor a como me podía sentir en una distancia el doble mayor a la cual estoy acostumbrado. Pero, impulsado por un experiente compañero de trabajo (¡gracias Emilio!) quien me convenció que de acuerdo a mis tiempos y entrenamiento podía correr la ½ sin problemas, decidí sin mucho pensarlo emprender el viaje hasta Colonia.
A que tipo normal se le ocurre levantarse un domingo a las 4 de la mañana, para hacer un viaje de 180 kms, después correr 21, y luego volver a las pocas horas.
A pesar de que la gran mayoría de nuestros amigos, compañeros de trabajo y a hasta integrantes de nuestra propia familia no lo entiendan, yo compruebo cada domingo, que somos muchos los que estamos mal del coco; creo que muchos de nosotros aún no llegamos, ni llegaremos nunca, a entender realmente porque lo hacemos.
Así que haciendo uso de esa locura, fue que coordinamos con Emilio, encontrarnos a las cinco para emprender el viaje, unos minutos más tarde se nos sumaría Gustavo de “Corredores del Prado”, y luego a hacer carretera.
Con una mañana gris, fría y ventosa, llegamos con tiempo para completar la inscripción, encontrar y saludar a los conocidos y visitar los baños públicos (solo dos y en pésimas condiciones) que seguramente estaban allí desde la época de los portugueses.
Casi, casi en hora, se realizo la partida, con pocos competidores, unos 200, recorrimos las primeras cuadras por el centro para desembocar en la rambla, nos recibió un viento cruzado casi a favor, por lo que esta primer parte de la carrera se hizo fácil, mis primeros dos km los hice a un promedio de 5:15, bastante menor a lo que tenía planeado para correr cómodo, pasando el km 5 dejamos la rambla, llegamos al Real de San Carlos y comienzan las subidas, algunas bastante pronunciadas.
En el km 8 veo, en sentido contrario, que se acercan los punteros que ya dieron la vuelta, el primero Pablo Gardiol, con un ritmo muy fuerte y una gran diferencia con sus seguidores.
Luego de recorrer unos 1500 mts sobre un camino de balastro donde me cruce con mis compañeros de viaje que venían ya dando la vuelta, llego al punto de retorno y empiezo a sacar cuentas, mis primeros 10,5 K en 57 minutos, si aguanto y sigo al mismo ritmo podré cumplir mis dos objetivos, primero llegar entero y segundo por debajo de las dos horas.
Tratando de no bajar el ritmo encuentro la marca del km 13, vuelvo a sacar cuentas y calculo que si mantengo un ritmo de 6’/km voy a estar por debajo de las 2 horas. El cansancio me debe estar afectando, esta cuenta la tuve que hacer cuatro veces, no podía resolver cuanto era 6 por 8: 42, 49, 54, no, no 48, 48 minutos más y llego.
Ya a esa altura tenía unos metros adelante a Jorge Xavier de Sayago Running, y a un corredor que no reconocí, que fue todo el tiempo apoyado por un compañero en bicicleta que le brindó un apoyo impresionante, a mi también me ayudo ofreciéndome Gatorade, y lo más importante, su aliento, que a esa altura de la carrera vino bárbaro.
Ya pasando por segunda vez el Real de San Carlos, paso a un veterano que venía cantando y a Jorge Xavier en el puesto de hidratación.
Comienzo mis últimos 5 kms entrando en la rambla, esta vez el viento esta casi en contra y espero que eso no me perjudique demasiado. Sigo sacando cuentas km a km.
Faltando 3 km comienzo a disfrutar, me doy cuenta que aún me quedan fuerzas, que siguiendo el mismo ritmo voy a estar por debajo de 1:56, me digo bien fuerte a mi mismo: “viste que podés”.
Paso, no recuerdo bien en que orden, a Marcos “Pollito” Medina de Halcones, y pienso que debe estar dolorido de las ampollas que se hizo en los 42 k de Punta del Este, también a uno de los “Oruga” y a un tipo con camiseta de Peñarol y una bolsa de nylon arriba, este si que esta loco casi 20 k envuelto en una bolsa.
Ya no queda nada, estoy en las últimas cuadras empedradas de la ciudad de Colonia, y me da para apurar un poco el paso los últimos 300 mts.
Siento una voz que grita: “A disfrutar la llegada que es lo más lindo”, es cierto es lo más lindo, pero esta carrera ya la había empezado a disfrutar 1 hr 54 min 21 seg antes.
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