El maestro Julio Castro murió de un balazo en la cabeza, fuertemente maniatado y con un alambre en los tobillos, según el informe de la junta médico forense que trabajó con sus restos. Además, se constató que el disparo fue realizado por una tercera persona y “un fragmento de costilla con fractura” permite establecer que sufrió “apremios físicos asociados al momento de la muerte”.
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