18 mayo 2009

Pequeño resúmen de un largo fin de semana.



Dentro de un mes cargado de actividades este fin de semana no fue la excepción, duatlón el sábado, etapa de la AAU el domingo.

Usando lo poco que me queda de cordura y pese a la posibilidad de participar en una posta, opte por ir de acompañante y fotógrafo, al Duatlón de Parque del Plata, cosa de no cansarme y llegar al domingo tranquilo.

En una tardecita bastante fría me alegré de la decisión tomada, por lo que me pude dedicar a tomar fotos y alentar a mis compañeros.

A pesar del clima participaron unos cuantos corredores; hay varios equipos de la AAU presentes en este campeonato, Olimpia y Sayago los más numerosos, pero también algunos de Villa Española, Chasquis y otros que no recuerdo.

A pesar de ser un campeonato con una precaria organización se nota el esfuerzo por que todo salga bien, medallas para todos los participantes y una cálida entrega de premios luego de ver el resultado de Peñarol – River, en la cantina del Club Parque del Plata.

El domingo, por suerte con más horas de sueño que lo habitual, nos encontramos nuevamente para correr por el Prado en un circuito que personalmente me gusta mucho. Al igual que el año pasado, hubo una gran cantidad de gente participando y la organización del colegio Maturana estuvo excelente.

Asumí que mi táctica de descansar el sábado me iba a dar mejores resultados, pero mis compañeros de equipo demostraron su buen estado físico y no pude superarlos pese al intento.

Ya sobre la llegada muy destacable la conducción de Edgardo Ramos Verde, anunciando a los corredores cuando arribaban a la meta, es gratificante para cualquiera recibir el aliento y la atención de todos después de correr casi 10K.


Más tarde cuando llegaban los últimos atletas, el secretario de la agrupación, nos demostró sus conocimientos del idioma inglés al realizarle una entrevista a uno de los keniatas que viene entrenando junto al Doc. Pereyra, para darle un toque distinto al final de la etapa.

Ya sobre la tardecita del domingo me enteré del fallecimiento de Mario Benedetti, para alguien de mi edad, que creció leyendo sus poemas, cuentos y novelas es una noticia triste.



En la adolescencia y aún después, Benedetti debe haber sido quién me dio más letra para quedar bien con alguna noviecita de turno, o alguna compañerita de liceo aspirante a serlo.

Siempre me gusto leerlo, tal vez por su simpleza, pero más me gustaba escucharlo recitando sus propios poemas. El decía que lo hacía mal, yo pienso que nadie podrá hacerlo como él.

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