(Mi humilde homenaje al ejemplo que nos dan los veteranos)
Recién ahora me estoy dando cuenta, tanto hablar de lo mismo, tanto joder con el entrenamiento, el poco descanso o el poco rendimiento y la respuesta al fin la encontré.
El tema es saber esperar, como todo en mi vida, debo tomarlo con calma y esperar el momento más oportuno para demostrar mi gran capacidad.
Estuve leyendo sobre el mundial de veteranos y los logros de los atletas uruguayos, de los viejos atletas uruguayos y una vez más encontré la solución a mis dilemas. Saber esperar.
Si alguien de 84 años gana una medalla de oro en Pentatlón, si a los 75 años se obtiene una medalla de plata en Decatlón o con más de 65 se gana una medalla de oro en 300m vallas, algo quiere decir, hay que saber esperar.
Lo mío es ser campeón de veteranos. Ahora entiendo algunos de mis gustos, por algo escucho a Zitarrosa, musicalizo milongas, aprendo a entender el tango, y corro en el fondo todas las carreras de la AAU.
Ya voy a comenzar a gestionar mi presencia en los campeonatos de ASAVUR (Asoc. De Atletas Veteranos), aunque estoy seguro que por ahora no puedo llegar al nivel necesario para ganarle a los veteranos, es un buen momento para empezar a preparar mi participación en un mundial, 30 o 35 años de entrenamiento y voy a llegar seguro a correr en un buen tiempo, y les aseguro, anótenlo, que voy a estar en el podio.
Pero mientras, como me estoy dando cuenta que aún soy un pendejo y todavía me faltan años para lograr mi mejor momento, seguiré por ahora viviendo esta eterna adolescencia, recorriendo boliches, alimentándome mal y trasnochando varios días a la semana Puedo hacer como los menores de Sayago que faltan a las carreras porque la noche anterior tuvieron un cumpleaños de 15, o en la mañana hace mucho frío para ir a correr. Total aún tengo tiempo.
Ojo, no me vengan con comentarios de que estos abuelos para conseguir sus medallas hicieron toda su vida deporte y aún lo siguen haciendo. No me vengan a contar que son buena gente, que mientras entrenan tempranito en la pista de atletismo, entre intercambios de recetas de cocina y cuentos de sus nietos, reparten a los jovencitos de mi edad, sus sabios consejos aprendidos en la experiencia que dan los años.
No me vengan con que lograr destacarse en un mundial de veteranos es un premio al esfuerzo y dedicación de toda una vida. A mi con eso no me convencen, yo se esperar.
Por las dudas, como hace frío, me estoy preparando un té de guaco y miel, ya me calenté el agua de la bolsa y me voy a acostar para levantarme temprano a escuchar a Gardel en Radio Clarín.
Chan, chan.
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